No te puedes fiar ni de tu propia sombra
Naia Urgel
Son muchas las personas que tienen miedo a la hora de registrarse en alguna página web por miedo a que se pueda manejar información privada. Aún así, Instagram es una red social que recoge más de 1.000 millones de usuarios según un estudio realizado por Hootsuite. Una de esas usuarias es Blanca Zardoya. Una adolescente que ha sido víctima de un hacker.
“Noté algo extraño en mi cuenta”, comenta Blanca. En un principio no le dio mucha importancia, simplemente pensaba que era un error de la aplicación. Ese día se encontraba en el trabajo por lo que no pudo usar mucho el móvil, pero en un descanso Blanca se acercó a su taquilla y cogió el móvil. “Al intentar entrar en mi Instagram me decía que la contraseña no era correcta”, apunta la joven. Decidió cambiar de contraseña, pero al intentarlo se dio cuenta de que el correo de recuperación no era el suyo. A partir de ese momento comenzó a sospechar de que algo no iba bien.
“No somos conscientes de todo lo que supone que alguien entre en nuestra cuenta”, declara Blanca Zardoya.
Al coger el móvil cuando finalizó su jornada laboral, Blanca se dio cuenta que tenía “un montón” de mensajes sin leer. Entre ellos se encontraban capturas de pantalla de las historias del Instagram de Blanca. “A parte de eso estaban hablando a gente, insultandoles y enviándoles cosas comprometidas”, declara la víctima del hackeo. Cómo era de esperar, aquellos mensajes no los había enviado ella.
En cuanto pudo, se acercó a la comisaría para denunciar los hechos. “Fui a denunciar 2 veces, la primera pasaron de mi y la segunda ya lograron hacer que me cerrasen la cuenta”, declara Blanca.
“Pienso que no somos conscientes de todo lo que supone que alguien entre en nuestra cuenta”, apunta la joven. No es la primera vez que vive una experiencia así, ya que en el entorno de Blanca es algo que ha ocurrido en bastantes ocasiones. “Lo más triste es que suele ser gente de tu entorno la que te lo hace”, afirma Blanca.
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