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“El ciberbullying es un proceso que deja secuelas importantes como una autoestima dañada”

Actualizado: 21 nov 2020

Alexander Rodríguez, psicólogo y orientador del centro de psicología Jokabide de Bilbao



Naia Urgel


Jokabide es un centro psicológico donde realizan terapias, formaciones psicoeducativas, grupos de desarrollo emocional para niños y equipos anti bullying. Alexander Rodríguez es formador multidisciplinar y orientador escolar. Tras tener una mala experiencia en sus años escolares con el bullying, Alexander decidió especializarse en este fenómeno. Además es el creador de “De Fobos y Deimos”, el primer videojuego en contra del acoso escolar que recibió el premio Balioak Martxan del ayuntamiento de Bilbao.



¿Cómo definirías el ciberbullying?


Poniéndonos académicos, podemos definir el ciberbullying como una conducta de persecución física o psicológica que realiza una persona contra otra de forma negativa e intencionada que coloca a la víctima en una situación de la que es difícil salir por sus propios medios, sólo que realizada exclusivamente a través de las TIC (tecnologías de información y comunicación).


¿Existe una diferencia entre el bullying y el ciberbullying?


Además del medio a través del cual se ejecuta el acoso, es importante señalar que yo puedo llegar a mi casa, cerrar la puerta y obtener una cierta seguridad: estoy a salvo. No pueden entrar a pegarme, insultarme o hacerme sentir excluido. Sin embargo, en el caso del ciberbullying no existe esta barrera espacial: mientras tenga a mano mi móvil, mi PC, tablet o cualquier otro dispositivo desde el que pueda acceder a mis redes sociales o recibir mensajes, me encuentro expuesto al ciberbullying.


¿Cómo debe actuar una víctima si está sufriendo ciberbullying?


La sensación de indefensión y el aislamiento es la respuesta “natural”, la que nos brota desde dentro, y puede ser tremendamente paralizante , pero si nos estás leyendo, te animamos a darte cuenta de la necesidad de pedir ayuda para salir de este agujero y, cuando te sientas con fuerzas, a solicitarla, quizá a una amistad, un programa anti bullying en su centro, a un profesor de confianza o a algún familiar con quien tengas una buena relación.


Y si una persona está siendo testigo de este fenómeno, ¿cómo debería actuar?


Es una pregunta muy interesante y de gran relevancia, puesto que a menudo señalamos el papel de los observadores para detener este fenómeno. Un testigo a menudo no interviene por considerar que es un problema que “no va conmigo” o que hacerlo le puede generar más problemas. Sin embargo, hemos visto y tratado muchos casos de bullying como para saber que las tornas pueden cambiar de la noche a la mañana y tú puedes ser la siguiente víctima. Por eso intentamos concienciar a los testigos sobre la necesidad de hablar, de ofrecer apoyo y opciones a la persona que está sufriendo acoso y, en última instancia, de plantarse y decir que lo que la persona agresora hace resulta inaceptable.


“La variedad de acosadores es casi infinita”


En muchas películas y series hemos visto como la mayoría de los acosadores que aparecen tienen un perfil determinado. ¿En la vida real los acosadores suelen tener también un perfil determinado?


La variedad de acosadores es casi infinita, aunque por lo general, podemos detectar en ellos ciertos patrones de personalidad, que a menudo se acentúan cuando están inmersos en un proceso de acoso. Las más habituales son la prepotencia y el estilo autoritario en la comunicación entre iguales, la poca empatía y sensibilidad ante personas y colectivos vulnerables, la necesidad de protagonismo, las mentiras reiteradas u ocultación de información, la escasa tolerancia frustración, el mal rendimiento y poca atención en clase y mal comportamiento tanto en el centro escolar como en casa.


Cuando una persona está siendo víctima del ciberbullying, ¿es aconsejable acudir a un psicólogo?


Es esencial, tanto para víctimas como para agresores. La intervención psicológica de un profesional que puede romper con la sensación de soledad de la persona. Y a partir de ese momento se puede empezar a trabajar y generar herramientas para evitar que este fenómeno tenga futuras consecuencias. Una primera sesión puede suponer una gran diferencia.


Con el tiempo, una persona que está sufriendo acoso virtual, ¿puede llegar a superarlo?


El ciberbullying es un proceso que a menudo, sobre todo si se ha desarrollado a lo largo de mucho tiempo, deja secuelas importantes como una autoestima dañada. Sin embargo, no son irreversibles y una gran parte de las personas que se han visto envueltas en este fenómeno logra recuperarse con el paso del tiempo. Para ello es esencial que la familia, las amistades o el centro escolar brinden apoyo y opciones a la víctima.


“A las familias les diría que huyan de explicaciones o argumentaciones”


Y por último, ¿qué consejo le daría a una persona que se está viendo afectada por este fenómeno? ¿y a su familia?


Aunque suene a cliché: no te quedes callado. No estás solo. Pide información. Pide ayuda sin dudar, incluso si la primera persona a la que acudes no responde como a ti te gustaría. Si has recibido llamadas, comentarios vejatorios o cualquier tipo de acoso online, guarda las pruebas de lo que está sucediendo por si las necesitas en un futuro.

Y a las familias les diría que huyan de explicaciones o argumentaciones como “claro, es que es infantil”, “es que es gordito”, “es que es muy maduro para su edad”… El primer mensaje que se debe mandar a la persona afectada es que el acoso, sea del tipo que sea, no tiene ningún tipo de justificación. Y que ningún niño debería tener que atravesar un proceso tan injusto y terrible.





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