Las estafas en artículos de imitación están a la orden del día
Belén Pascual
Ainhoa Zamanillo
Las redes sociales forman parte de nuestra vida cotidiana y se han vuelto indispensables. Antes simplemente servían para conocer personas y comunicarnos, sin embargo, en la actualidad han surgido nuevas utilidades para sacarles mayor partido. Entre ellas, la compra y venta de productos y servicios que nos ofrecen algunas páginas de Instagram.
No todo es tan maravilloso como parece en Instagram. Detrás se esconden muchos peligros, ya que algunas de estas cuentas son fraudulentas y te pueden llegar a sustraer una gran cantidad de dinero. Precisamente eso es lo que le pasó a Marta Las Heras, una estudiante de Comunicación Audiovisual, que hace apenas dos años fue estafada por una página que vendía botas del estilo Dr. Martens “a muy buen precio”. “Normalmente, suelen costar alrededor de 200€, y en esta página las vendían por 70-80€”, explica Las Heras.
Sin darse cuenta, se había gastado 70€ más los 6€ por gastos de envío en unas botas que nunca llegaron
La joven se percató de la estafa por el “correo de confirmación del envío”, que tenía que llegar pasadas las 24 horas y que “al final, no llegó”. Al intentar contactar con la página se dio cuenta de que no había ningún número de teléfono ni correo ni tampoco una dirección, lo que confirmó sus sospechas.
“Fui a la policía a poner la denuncia, y también a mi banco para saber qué podía hacer para que me devolvieran el dinero y conseguí recuperarlo todo”, afirma Marta Las Heras.
La estudiante aconseja no fiarse de los anuncios que salen entre story y story y revisar tanto el contacto como los comentarios sobre esas páginas que aparecen en Internet.
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