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Jon Martínez: "Vendía móviles aparentemente nuevos que valían 1.300€ y ella los vendía a la mitad"

Jon Martínez / víctima de estafa en Instagram


Belén Pascual

Ainhoa Zamanillo


La era de las redes sociales está en su máximo esplendor y ha traído consigo a numerosos estafadores que buscan aprovecharse de los usuarios inmersos en ellas. Esto mismo le ha ocurrido a Jon Martínez, un joven bilbaíno de 23 años que estudia Lenguas Modernas y Gestión en la Universidad de Deusto. Además de estudiar, Jon Martínez es un gran comunicador que trabaja en la administración de su propia universidad.


Hay un dicho que dice que las apariencias engañan, como usuario de Instagram ¿cree que esa frase se ajusta a las redes sociales? Además, ¿piensa que pueden llegar a ser peligrosas?


Sí, la verdad que sí lo pienso. Hoy en día el tema de las apariencias es, lamentablemente, el 90% de las redes sociales. Personas que parece que han sido criados por dioses del Olimpo y lo que tienen detrás es un fotógrafo tremendo, filtros, maquillaje o photoshop. Te están vendiendo una imagen que es irreal.

Las redes son peligrosas. He dado por hecho que el 90% de las personas saben diferenciar entre la realidad y la ficción, pero igual he asumido pronto esa cifra. Habrá personas que no sepan distinguir entre lo que es verdad o no y, en muchos casos, puede llegar a ser estafado o algo mucho peor.


Instagram está siendo un caldo de cultivo para los estafadores. Se están incrementando los casos de estafas y fraudes. ¿Ha sido víctima de algún engaño por Instagram?


Sí, yo he sido víctima de un caso de estafa. En diciembre del año pasado, acabé hablando con una persona por Instagram con el propósito de comprarle un Samsung Galaxy Note 10+ que ella me vendía como nuevo y precintado. Me pasó fotos del ticket de compra en El Corte Inglés y de la caja sin abrir. Me vendió un poco la moto explicándome por qué no había abierto el móvil. Fue una historieta bastante curiosa y me la creí tontamente.


¿Cuál era la manera de actuar de la timadora? ¿Se especializaba en la estafa de teléfonos o “vendía” algún otro producto?


Ella era supuestamente una vendedora particular. Solamente vendía teléfonos móviles que aparentemente eran nuevos y de una gama alta, estoy hablando de iPhones y de Samsungs que valían 1.300€ y que vendía a la mitad. Puedes pensar que con esa rebaja huele bastante, pero es que eso no es así. Nunca sabes. 1300€ cuesta en la tienda oficial, luego tú vas mirando por Internet y encuentras lo que buscas por 800€. Piensas que tal vez esa persona ya no lo quiera, quiera devolverlo o recuperar el máximo dinero posible. Las prisas también influyeron en mi decisión.


“Habrá personas que no sepan distinguir entre lo que es verdad o no y, en muchos casos, puede llegar a ser estafado o algo mucho peor”


¿Cuándo se dio cuenta de que verdaderamente era una estafa y no una simple compra más por Internet?


Me di cuenta en cuanto le realicé el pago. Ella me juraba y perjuraba que me lo enviaría por correo certificado urgente. Ese era el trato desde el principio, pero esperé y nada. Nunca me envió un número de seguimiento ni ningún tipo de información. Solo eran excusas y me daba largas.


No siempre las personas denuncian ante este tipo de estafas, ¿cómo reaccionó? ¿logró resolver la situación y recuperar su dinero?


Al final, se me acabó la paciencia, fui a una comisaría y dispuse una denuncia a la Guardia Civil. Tardó tiempo, ya que se alargó, fácilmente, 12 meses. Siempre dicen que si son menos de 400€, es un delito menor y que no pueden hacerle nada al estafador. En mi caso tuve suerte, porque tenía los datos personales de esta persona. Ella podía mentir y decir que no se llamaba así o que no vivía ahí, pero yo tenía su dirección de cuenta bancaria con su nombre y sus dos apellidos. Eso la policía al minuto uno lo tuvo, en cuanto yo puse la denuncia. La situación se acabó resolviendo y recuperé todo el dinero.


¿Qué mensaje de precaución les darías a los compradores de Instagram?


Mi mensaje para este tipo de personas es que entiendo que la compraventa en Instagram puede ser bastante atractiva por los precios. Normalmente, la gente quiere vender rápidamente a precios muy competitivos productos que a la gente le interesa y es ahí cuando imprudentemente caemos en la trampa. Lo puedo entender, yo me he equivocado también, pero bueno no quiero decir la frase de “hay que ser siempre desconfiado”, pero en este caso sí. Yo diría que es mejor no hablar a un vendedor particular que no conoces de nada o que no tienes garantías de que te está vendiendo lo que realmente te decía. En la mayoría de ocasiones, lo que esa persona te dice que te está vendiendo ni lo tiene ni existe. Por suerte, mi historia acabó bien, pero podría haber acabado de otra manera. Mi consejo es que hay que denunciar siempre.


¿Ha aprendido alguna lección de esta nefasta experiencia?


He aprendido que realizar compras por Internet está bien, pero siempre dentro del amparo de una institución mayor y que te dé garantías. Por ejemplo, ahora mismo realizar una compra por Amazon, por eBay o por PayPal no supone ningún problema. Tú puedes estar comprándole a un estafador y no hay ningún problema, porque sabes que no vas a perder el dinero y que la empresa te lo va a devolver. A partir de ahora, lo más recomendable es el pago en sitios de confianza y con métodos de pago de confianza.


“Es mejor no hablar a un vendedor particular que no conoces de nada o que no tienes garantías de que te está vendiendo lo que realmente te decía”


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